Trabajo a distancia: un aliado contra la pandemia

La aparición del virus COVID-19 a inicios de año en la región asiática, obligó a China a tomar medidas drásticas y de carácter obligatorio con la finalidad de frenar la expansión del virus a otras regiones, sin embargo, la expansión llegó a todos los continentes. Actualmente América emprende grandes esfuerzos por contener los contagios y defunciones ocasionados por el COVID-19.

En México, producto de las indicaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS) y del Gobierno Federal, se han emprendido las medidas necesarias. Las suspensiones de clases en todos los niveles educativos y de eventos masivos han sido las principales, sin embargo, conforme avanza el nivel de expansión del virus la gran mayoría de las empresas del sector público y privado han optado por implementar el teletrabajo, también conocido home office.

El principal beneficio de este método de trabajo es que los colaboradores de una empresa pueden cumplir con sus funciones a distancia, es decir, no se requiere la agrupación de los empleados en un lugar físico, pues basta con mantenerse conectados vía internet a través de distintas plataformas tecnológicas para dar seguimiento y cumplir con las labores esenciales del sector en el que se labora.

Aún cuando esta nueva modalidad representa una mayor libertad en horarios de trabajo y convivencia familiar, es necesario que cada uno de los colaboradores establezca tiempos y formas de laborar a fin de lograr un trabajo conjunto exitoso. A pesar de las bondades tecnológicas con las que se cuenta hoy en día, la actual emergencia sanitaria ha dejado ver que la mayoría de las empresas no cuenta con un plan de acción para el trabajo remoto.

Por lo anterior, las compañías y sus colaboradores deben establecer acuerdos comunes que posibiliten el cumplimiento laboral de cada área. Así mismo, se deben establecer protocolos de seguridad cibernética, porque el trabajo vía internet puede implicar un riesgo en materia de confidencialidad y seguridad de la información personal y empresarial y la mayoría de los equipos de cómputo domésticos no cuentan con los filtros necesarios para evitar un ataque cibernético, por lo cual es responsabilidad de las empresas estar en alerta constante con el fin de detectar a tiempo cualquier anomalía.

El éxito de la implementación del trabajo vía remota requiere de un esfuerzo conjunto y de alinearse a las políticas internas que dictamine la organización empresarial en tiempos de crisis; además, adaptarse al cambio es una labor crucial para salvaguardar la salud de los que más queremos.

Con información de futurelatam.inese.es

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