La labor de todos los agentes de fianzas es sumamente útil para la sociedad y para realizar correctamente su trabajo deben conocer perfectamente las necesidades de su clientes, analizar cada documento y tener la capacidad para detectar las personalidades de sus usuarios en cada expediente, además de asesorarlos para que se logre la expedición de una fianza. El proceso puede demorar hasta tres días, debido a la obligatoriedad de reunir todos los documentos necesarios, porque estos avalan la capacidad técnica, económica y moral del cliente para que pueda responder en caso de que no se cumpla con alguna de las obligaciones afianzadas. En décadas anteriores el proceso para emitir una fianza era completamente manual, por lo tanto las fianzas se otorgaban bajo criterios distintos.
Después, gracias al notable incremento de las reclamaciones, todo el proceso se volvió más técnico. En nuestros días, todo va ligado a la revisión de la viabilidad, analizando exhaustivamente el negocio, porque es la única forma de evitar los riesgos que implica un incumplimiento en las obligaciones amparadas en las fianzas. Aunque la integración de cualquier expediente se ha mantenido igual, el rigor con el que se realiza sí que ha cambiado, ya que antes era muy común que se cerraran negocios de palabra y el único aval para el cumplimiento de los estipulado er la confianza.
El mercado afianzador podría crecer considerablemente a través de las inversiones extranjeras, pero para ello el gobierno tendría que poner todo de su parte para que se materializaran, hacerlo permitiría la apertura de más fuentes de trabajo entre particulares. No hay ninguna duda en que el mercado privado ofrece una gran cantidad de nichos explotables para cerrar muchas ventas.
*Con información de revistasiniestro.com.mx