Los agentes de seguros tienen un papel importante ante el cambio climático, ya que pueden ser clave en la promoción de la conciencia sobre los riesgos climáticos y en la adopción de prácticas de seguro sostenibles y adaptadas a este nuevo escenario.
Los intermediarios deben asumir el reto de educar a sus clientes sobre los riesgos relacionados con el cambio climático y cómo estos pueden afectar tanto sus activos como su bienestar. Esto incluye informar sobre los peligros asociados, como inundaciones, incendios forestales, tormentas más intensas y otros eventos climáticos extremos. Asimismo, los agentes pueden utilizar herramientas y tecnologías para evaluar los riesgos climáticos específicos que enfrentan sus clientes y ayudarles a tomar decisiones informadas sobre la cobertura de seguro más adecuada.
Promover seguros resilientes es clave para fomentar la resiliencia climática. Esto podría incluir la recomendación de seguros paramétricos que paguen automáticamente cuando se cumplan ciertas condiciones climáticas predefinidas, lo que agiliza el proceso de indemnización y ayuda a acelerar la recuperación tras un desastre.
Los agentes de seguros pueden alentar a sus clientes a implementar medidas de mitigación del cambio climático, como la instalación de sistemas de energía renovable o mejoras en la resistencia de sus propiedades. Estas medidas pueden traducirse en primas más bajas o descuentos en las pólizas.
Las aseguradoras tienen la obligación de desarrollar productos de seguro innovadores, que se adapten a las cambiantes condiciones climáticas y a las necesidades de los clientes. Esto puede incluir seguros específicos para catástrofes naturales o coberturas especiales para daños causados por el cambio climático.
Los intermediarios pueden promover la transición hacia una economía baja en carbono y más sostenible, fomentando el uso de seguros que promuevan prácticas empresariales sostenibles y energías limpias.
Otra cosa que los agentes pueden hacer, es colaborar con entidades gubernamentales, organizaciones sin fines de lucro y comunidades para fortalecer la preparación y respuesta ante eventos climáticos extremos y fomentar la resiliencia en general.
Si así lo desean, los agentes de seguros pueden jugar un papel crucial como asesores y promotores de prácticas de seguro sostenibles y adaptadas al cambio climático. Al ofrecer una orientación informada y alentar medidas de mitigación, pueden ayudar a sus clientes a protegerse mejor ante los desafíos que el cambio climático plantea.