Estar preparados ante la catástrofe es más sencillo estando asegurados

Las catástrofes se producen cuando menos las esperamos, por ello es vital contar con un seguro y concebirlo como una inversión y nunca como un gasto. Tan sólo en 2017 se registraron más de 300 catástrofes en el mundo, ya sea naturales o provocadas por el hombre, lo que provocó pérdidas por más 300 mil millones de dólares. De hecho es el año en el que más se han registrado siniestros globales, además más de 11,000 personas murieron y muchísimas más resultaron heridas.

Los daños económicos fueron del 0.43 % del PIB global y el sector asegurador cubrió 144 mil millones de dólares de las pérdidas. El huracán María fue el que más estragos causó y sus siniestros tuvieron un valor de 32 mil millones de dólares. Irma y Harvey también causaron desastres millonarios, con daños asegurados estimados en 30 mil millones de dólares.

La frecuencia de los huracanes pone en riesgo el bienestar de países enteros, porque además hay que agregar la altísima posibilidad de que aparezcan riesgos secundarios como fuertes lluvias, que a su vez podrían causar graves inundaciones. El mundo debe estar alerta, porque se prevé que en el futuro se dará con mayor asiduidad la agrupación de huracanes.

Ante un panorama tan poco alentador, lo que tenemos que hacer es prepararnos de la mejor forma para enfrentar cualquier desastre y el arma principal para hacerlo es contar con un seguro. Además es labor de los agentes promover entre sus clientes y prospectos la contratación de pólizas que les garanticen protección y solvencia en caso de que sucediera una tragedia.

 

*Con información de Revista Mexicana de Seguros

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