Errores que los agentes deben evitar

La realidad del sector asegurador y los hábitos de consumo actuales exigen nuevas formas de trabajar y de vender seguros. Por ello, si los agentes quieren conectar con los clientes y afianzar su relación, deben aplicar ciertas prácticas y eliminar otras para no caer en errores que les impidan desarrollar bien su trabajo.

La pandemia trajo consigo cambios en todas las industrias y la aseguradora no fue la excepción. La digitalización y la adopción tecnológica ha cambiado las demandas de los clientes y en los próximos años habrá más modificaciones en sus preferencias. Si bien los seguros tradicionales siguen vendiéndose muy bien, el sector debe evolucionar, modificar sus procesos y cambiar su manera de operar. Una de las claves para estar a la altura de las circunstancias es centrarse totalmente en el cliente y poner atención a los nuevos parámetros y a los nuevos competidores del mercado. Tanto las estrategias de venta como las metodologías de trabajo de los agentes deben adaptarse a las demandas actuales, de lo contrario su cartera se puede ver muy afectada.

Uno de los errores más comunes de los agentes es no explotar la tecnología, no adaptarse a la comunicación remota y no buscar alternativas para acercarse a los clientes por diferentes canales. La digitalización llegó para quedarse y los intermediarios que no se actualicen se quedaron en el rezago irremediablemente.

Los agentes que trabajan sin segmentar a su público objetivo, tendrán más complicado colocar sus productos e incrementar su cartera, porque la segmentación permite llegar a los prospectos indicados en el momento indicado, además ofrece la oportunidad de optimizar los recursos y clasificar a los posibles clientes a partir de su edad, sexo, nivel de ingresos, clase social, estilo de vida, etc.

No adaptar los productos a las posibilidades y necesidades de cada cliente es otro error muy común en muchos agentes. La crisis sanitaria afectó la estabilidad económica de muchas familias, por lo cual no todas tienen la misma solvencia para asegurarse, pero siempre habrá un seguro que se adapte al nivel de ingresos de los clientes. Los buenos vendedores toman en cuenta todos los factores, conocen bien sus productos y los posicionan en los prospectos correctos.

La omnicanalidad es el camino para conectar con el mayor número de clientes posible, la manera adecuada de interactuar y la mejor forma de ofrecer una buena experiencia a todos los usuarios. Al usar diferentes canales el cliente elige el que más le acomode y así toda la información queda registrada en un solo lugar. Comunicarse por diferentes canales aumenta la eficiencia, vuelve rentable cada uno de ellos y satisface las expectativas digitales de los clientes.

Fuente: Füture

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