Para emprender no son suficientes las buenas ideas, hay que ejecutarlas. Los agentes que tengan la intención de ser más que eso y convertirse en empresarios, tienen que poseer ciertos atributos: confianza, disciplina, audacia, determinación y la inteligencia suficiente para que su proyecto florezca y puedan establecer una marca sobresaliente y competitiva.
Los intermediarios deben trabajar con pasión y conocer el alcance real de su profesión, porque su labor le da oportunidad tanto a las familias como a las empresas, de poseer la capacidad de enfrentar cualquier riesgo, sin que su estabilidad económica se vea comprometida. Tener conciencia de lo anterior, aunado a una buena capacitación, ofrece las herramientas necesarias para ser un agente exitoso.
La intermediación representa una enorme oportunidad de emprendimiento, pero para ello hay que cumplir con ciertos requisitos, además se debe desarrollar una estrategia que permita alcanzar objetivos, reducir riesgos y que sea un impulso para empezar a caminar con pasos sólidos en el mundo empresarial.
Los agentes que tengan en mente convertirse en empresarios, están obligados a conformar una estructura corporativa que les permita agregar otros colaboradores, que se encarguen de todas aquellas actividades que ayuden a consolidar la empresa. Lo anterior permitirá al agente-emprendedor incrementar sus fortalezas, mejorar sus habilidades y poner toda su atención en factores más sustanciales. Para emprender no solo hay que invertir, también es indispensable disponer de un equipo calificado capaz de resolver todo tipo de tareas de la agencia.
Para que el emprendedor vuelva rentable su empresa e incremente sus ventas, debe saber todo sobre el mercado, tener definido el tipo de cliente al que quiere llegar, saber cuáles son los mejores productos para comercializar, tener una estrategia de marketing perfectamente desarrollada, manejar obstáculos, correr riesgos y evitar quedarse estancado en una zona de confort que lo aleje de la evolución y el crecimiento.
Rodearse de personas que posean la misma visión del negocio, ofrecer a los clientes las mejores coberturas disponibles y alcanzar un alto grado de especialización que permita darle al usuario la póliza más adecuada a sus necesidades, le da al emprendedor las herramientas para incrementar su confianza y tener ventajas competitivas frente al resto.
Para concluir, es importante subrayar la importancia de la transformación digital en la industria aseguradora actual. Todos los agentes, emprendedores o no, deben estar al día en temas tecnológicos, porque el mercado así lo exige. Los intermediarios que se rezaguen en este tema, están a las puertas del fracaso profesional.
*Con información de elasegurador.com.mx