Algunos mitos sobre la carrera de Agente

Existen numerosos mitos que colocan a la carrera de Agente como un empleo aburrido, poco redituable y meramente circunstancial, pero lo cierto es que esta profesión es todo lo contrario y a pesar de lo que la gente cree, los Intermediarios trabajan codo a codo con las nuevas tecnologías para realizar labores de prospección y atender a sus clientes. 

En el inicio de sus carreras, los agentes prospectan en su propio círculo social, con familiares y con conocidos, y si bien realizan llamadas o contactan a los prospectos vía correo electrónico, estos medios solo representan un pequeño porcentaje de su labor. El hecho de ofrecer un buen servicio a los asegurados, es una forma pasiva de ganar nuevos clientes, ya que ellos mismos recomendarán su trabajo, sin que el Intermediario tenga que realizar actividades extra o invertir tiempo en ello. 

Existe la firme creencia de que los Agentes rara vez logran concretar ventas y que perciben un pésimo salario. Pero esta profesión es como todas, porque existen profesionales bien pagados y mal pagados, pero todo depende del esfuerzo y de la buena gestión profesional para elevar las ganancias. Los Intermediarios que se trazan una meta y que trabajan arduamente para alcanzarla, están a las puertas del éxito. Además, los ingresos de un Agente no tienen un tope y estos pueden incrementarse considerablemente año con año.

Muchos consideran que la vida del Intermediario es aburrida y sin retos, porque van tocando de puerta en puerta para vender sus productos. Sin embargo, la realidad es que el Agente tiene una gran libertad de tiempo, que si es bien empleada le permite alcanzar un perfecto equilibrio entre lo económico y lo personal, algo que es muy difícil de lograr en otras profesiones.

La cultura popular ha generado una imagen del Agente, como alguien que siempre es rechazado y cuyos productos a nadie le importa adquirir. Todo lo contrario, los seguros regularmente se venden bien, porque todo el mundo necesita por lo menos uno, debido a que todos somos vulnerables a una infinita cantidad de riesgos.

La mayoría de las personas consideran erróneamente que la profesión de Agente es la última opción laboral y que solo debe ser considerada en épocas difíciles o que es para personas sin formación universitaria o académica. La verdad es que la mayoría de los intermediarios llegan a esta profesión provenientes de empleos normales, que abandonaron con la intención de emprender un negocio propio y construir un patrimonio. Y si bien se necesita esfuerzo, inversión y una altísima perseverancia, al final del día los resultados pueden ser estupendos.

 

*Con información de sanchez-velasco.com

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